Año: 2004
Estilo: Hard Rock / Heavy Metal
País: Alemania
Discográfica: Steamhammer/SPV
Tracklist:1. Don`t Say Goodbye
2. Forever Angel (Acoustic)
3. The Temple Of The King
4. Heartbreaker
5. The Line
6. Sea Of Evil
7. The Curse Of The Chains
8. All The Rest Of My Life
9. Forever Angel
10. The Temple Of The Holy
11. Under The Gun
Video de The Temple Of The King
Como ya es habitual en el bueno de Axel, cada tres o cuatro discos, edita un recopilatorio de las baladas contenidas en estos últimos trabajos más alguna sorpresita siempre en formato acústico o al menos con tempo más reposado de lo que es habitual en él.
En este caso se trata de las baladas o medios tiempos contenidos en la última etapa de la genial banda alemana, posiblemente su época más melódica, hardroquera y algo más tediosa, todo hay que decirlo. El interesante "The masquerade ball", un algo más flojo "Shadow zone" y un potente disco de "resurrección" como es el reciente "Kings and queens" son los álbumes que forman la base de este tercer compendio de baladas del rubio guitarrista que saldrá a la venta el 25 de Octubre en Europa.
La banda lleva ya varios años con la misma formación (¡y vaya formación!) y esto se nota en una madurez, genialidad y toque maestro que les ha hecho convertirse en una de esas bandas importantes de "segunda fila" que se siguen quedando a las puertas de la Champions League por muy poco. Con este disco no van a conseguir llegar más arriba porque en este caso no se trata de eso, es simplemente un regalo calmado que a Axel le gusta hacer a sus seguidores cada cierto tiempo.
Como no podía ser de otro modo, el sonido del disco es de auténtico lujo, la interpretación de los músicos es de calidad suprema (con especial atención al prodigio que es Johnny Gioeli, poseedor de una voz única, preciosa, que te acaricia o te agrede con la misma intensidad dependiendo del momento y sobre todo te hace darte cuenta de que las gargantas mágicas de Dio, Glenn Hugues, Coverdale y demás cantantes clásicos de nivel superior no morirán sin sucesor), la portada de Mark Klinnert es de nuevo una preciosa obra maestra (en la onda y tonalidades de "Kings and Queens" para adaptada a las "exigencias" de un disco de baladas… y sin que falte el clásico logo-símbolo guitarrero de Axel Rudi Pell, en este caso esculpido en la roca central del dibujo), y el aura calmada y suave que envuelve el disco te hace darte cuenta de que estamos ante un compositor exquisito que cuida cada detalle de sus canciones, lo que significan y lo que transmiten en cada momento. En este caso son baladas y por ellos cada tema nos induce a relajarnos y disfrutar de cada nota de Axel, de cada línea vocal de Gioeli, de cada baquetazo relajado pero intenso de Mike Terrana, de cada colchón melódico de Ferdy Doernberg y de cada apoyo rítmico de Volker Krawczak.
El problema del disco, pese a que suene de maravilla y que compositivamente sea exquisito en todos los sentidos, es el mismo que acompaña esta última etapa de Axel: que los temas son demasiado largos, que quizás no terminan de arrancar o dar el último paso y cada vez son más melódicos y menos rabiosos (que las baladas también pueden tener fuerza, ¡eh!... y si no recordar "Broken heart", "Dream of passion" o "Innocent child" de sus primeros discos).
En cuanto a los temas hay que decir que encontramos en "The ballads III" dos de "Masquerade ball", cuatro de "Shadow zone" y dos de su último lanzamiento. A esto tenemos que añadir un tema nuevo que se llama "Don´t say goodbye" (muy intenso y emotivo, no tan extenso e incluso cercano a baladas más antiguas de Axel y que cuenta con unas preciosas guitarras acústicas de fondo más la mágica voz de Gioeli como principales atractivos), una versión acústica y más breve de su éxito "Forever angel" (de "Kings and Queens") y una versión del clásico "The temple of the king" de Rainbow (banda fetiche sin ninguna duda del señor Pell), bastante similar al original y por tanto con ese toque sencillo y cargado de feeling que siempre me encantó en esta canción. Aparte de las novedades del disco, la opinión sobre el resto de canciones ya va en gustos. Yo prefiero el toque más intenso, hardroquero y clásico de "Heartbreaker", "Forever angel" (esta vez en su formato original) o "The line" que baladas más extensas y que se hacen pesadas inevitablemente como "All the rest of my life" o "Under the gun". De todos modos, mi tema favorito de este disco es la genial "The temple of the holy" de "Masquerade ball", una canción desnuda de más artificios que un piano, una guitarra acústica en algunos momentos del desarrollo de la canción y la voz de Gioeli en todo su esplendor, sentimiento e intensidad desgarrada.
Ahora estaréis pensando, "¿y por que no le das más puntuación si el disco tiene bastante buena pinta?". Bueno, no deja de ser un recopilatorio de baladas y esto suele acabar cansando después de más de una escucha. A todos nos gustan los temas y momentos musicales más relajados ya que están cargados de una intensidad y sentimiento que no siempre tienen las canciones "normales" pero lo cierto es que tanta balada seguida empalaga un poco y acabamos con la sensación de que necesitas escuchar algo más movido cuanto antes. De todos modos, el disco está muy bien y es una fiel continuación de lo que ya fueron "The ballads" (1993) y "The ballads II" (1999). "The ballads III" es otra buena muestra de que el lado tierno y más melódico de los músicos también tiene cabida en este mundo donde se supone que cuanto más rápido y duro sonemos mejor… y esto no siempre es cierto. Las baladas y canciones más calmadas también son heavies y Axel Rudi Pell es uno de los músicos que mejor ha sabido siempre demostrarnos esta máxima.
Formación:
- Johnny Gioeli : Voz
- Axel Rudi Pell : Guitarra
- Fedy Doernberg : Teclados
- Volker Krawczak : Bajo
- Mike Terrana : Bateria
http://www.mediafire.com/?jlgnmyo2zyz
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