Ayreon - 01011001

Banda: Ayreon

Disco: 01011001
Año: 1998
Estilo: Progressive Metal / Rock
País: Holanda
Discográfica: InsideOut

Tracklist:

CD 01: Y

01. Age Of Shadows / We Are Forever
02. Comatose
03. Liquid Eternity
04. Connect The Dots
05. Beneath The Waves
06. Newborn Race
07. Ride The Comet
08. Web Of Lies

CD 02: Earth

01. The Fifth Extinction
02. Waking Dreams
03. The Truth Is In Here
04. Unnatural Selection
05. River Of Time
06. E=mc2
07. The Sixth Extinction

Con un título realmente insólito y particular, cuatro largos años después del celebrado “The Human Equation” (2008), el virtuoso multiinstrumentista neerlandés Arjen Lucassen (Star One, Stream Of Passion, ex Vengeance) regresa con el séptimo álbum de estudio de Ayreon, el proyecto plenamente orientado el metal progresivo más técnico y ambicioso que lo ha llevado a convertirse en una de las principales referencias del género a nivel mundial desde el debut “The Final Experiment” (1995).

Como es de esperarse, “01011001” (2008) nuevamente se trata de un cuidadísimo trabajo conceptual, el cual continúa con el legado lírico de “The Universal Migrator Part I: The Dream Sequencer” (2000), “The Universal Migrator Part II: Flight Of The Migrator” (2000) y el mencionado “The Human Equation”, basándose en una delirante temática sci-fi que sugiere que los habitantes de un astro llamado Y al perder completamente sus emociones lanzan un cometa con su ADN a la Tierra para recrear una raza pura e inocente, pero la realidad resulta ser completamente diferente con el nacimiento y declive de la humanidad por su degradación moral y ecológica. El rebuscado título del disco es la recreación binaria del código ASCII para la letra Y.

Musicalmente hablando, muy pocas cosas ha cambiado Lucassen para este álbum, dividido en dos extensas partes (cada una representando a un planeta), pues los temas largos y atmosféricos con instrumentaciones prodigiosas y una enorme variedad vocal (cortesía de cada músico y cantante invitado por supuesto), el arco dramático de cada fragmento en relación al concepto de la obra en lo musical y lírico, la infinidad de referencias a los álbumes previos de Ayreon, y la grandilocuencia compositiva están más presentes que nunca. No obstante, este trabajo dista mucho de igualar siquiera su ópera prima anterior.

El primer disco se inicia con la semi-industrial e intrigante “Age Of Shadows”, donde las voces profundas de Thomas Englund (Evergrey) y Daniel Gildenlöw (Pain Of Salvation) contrastan con un casi irreconocible registro vocal de Steve Lee (Gotthard), mientras Hansi Kürsh (Blind Guardian) y Floor Jansen (After Forever) participan en un plan más operístico y secundario. Este mismo corte rodea al sentimental “We Are Forever” con un Jonas P. Renkse (Katatonia) que sorprende con una voz cálida y dúctil en el dueto que hace con la cantante Anneke van Giersbergen (ex The Gathering).

En cortes como “Comatose” Ayreon navega plácidamente en un desarrollo musical relajado y cargado de muchos arreglos musicales como guiños electrónicos y demás recursos instrumentales habituales en Lucassen, con un explosivo dueto a cargo de Jansen y la inconmensurable voz del gran Jorn Lande (ex Masterplan, Ark, Vagabond).

El perfil progresivo más metalizado e interesante de la banda sale a relucir con el futurístico “Liquid Eternity”, donde las voces de Renkse, Gildenlöw, Englund, Lande, Jansen y Magali Luyten (Beautiful Sin) se intercalan perfectamente, aunque es la característica y soberbia voz del maestro Bob Catley (Magnum) la que destaca sobre el resto.

En “Connect The Dots” Lucassen comparte las labores vocales con Ty Tabor (King’s X) en uno de los temas más simples, directos y atractivos del disco; mientras que el siguiente “Beneath The Waves” (dividido en cinco partes claramente diferenciadas) Gildenlöw, Catley, van Giersbergen, Jansen, Lee, Lande, Kürsch y Englund se reparten las tareas vocales en un ejercicio lánguido y extremadamente pesado, pero con un interesante final.

El resto del disco inicial se erige sólo como una prueba más del estancamiento compositivo que ha sufrido la banda en este nuevo episodio, desde temas previsibles como “Newborn Race” y sus aires a Blind Guardian, hasta “Ride The Comet” que no aporta nada nuevo tampoco, aunque el final folk de “Web Of Lies” con la participación de la dulce Simone Simons (Epica) y el rapero holandés Wudstik cambian ligeramente esta perspectiva.

El segundo disco levanta el nivel general gracias a algunas piezas más que dignas como es el caso de “The Fifth Extinction”, donde el tufo hard rockero de gente como Catley, Lande y Lee resalta magníficamente sobre el resto de cantantes, en un tema con una base sumamente progresiva, el cual contiene los típicos desarrollos en varias etapas o subtemas.

En la delicada “Waking Dreams” queda sumamente evidente la sensibilidad de Lucassen a la hora de componer sublimes medios tiempos, la cual es llevada a límites insospechados por las voces de Renkse y van Giersbergen; pese a que en el siguiente “The Truth Is In Here” (cargado de una fuerte atmósfera medieval) las voces de Lucassen y Liselotte Hegt (Dial) también darán mucho que hablar por el feeling que desprenden.

“Unnatural Selection” es un correcto y repetitivo ejercicio de hard rock progresivo con un notable bombardeo de sintetizadores y un apoteósico final; luego continúan los aires folk de “River Of Time” con las voces de Kürsh y Catley al frente; aunque posteriormente el irregular “E=mc²” con las voces de Wudstik y Marjan Welman (Elister) baja un poco el listón.

El final del segundo disco y de la obra en si viene de la mano de “The Sixth Extinction”, un extenso y complejo corte que a lo largo de sus seis partes proporciona diferentes texturas, ambientes y sonoridades como ya es habitual en la banda. El ansiado desenlace cargado de esperanza viene en la última frase del disco, con todos los vocalistas participantes cantando al unísono. Simple y sencillamente pletórico.

Como músicos invitados destacan también distintos nombres como los de Lori Linstruth (Stream Of Passion) y Michael Romeo (Symphony X) en las guitarras; en los teclados colaboran Derek Sherinian (Planet X, ex Dream Theater), Thomas Bodin (The Flower Kings) y Joost van den Broek (After Forever, ex Sun Caged); mientras que en la percusión encontramos al potentísimo Ed Warby (Gorefest).

Un disco difícil, complejo e indudablemente soberbio desde el punto de vista instrumental, pero que haciendo una evaluación objetiva final se queda por debajo de todas las expectativas que lo venían precediendo, pues más que una continuidad en la carrera evolutiva de Ayreon, se trata de una reiteración. Sin embargo, si hay algo imposible de criticar en una obra de estas características, es el espléndido desarrollo del concepto, así como la enorme creatividad y el minucioso trabajo de Lucassen detrás de la mesa de controles.

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